El nacimiento de un hijo debería ser uno de los momentos más especiales en la vida de una mujer, sin embargo, lamentablemente no todas viven momentos hermosos, ya sea por un extremadamente doloroso proceso en el parto o por un triste desenlace.
No hay prueba más difícil que la que esta mujer debió pasar. No solo fue el dolor físico, sino también el psicológico con los que tuvo que batallar con las pocas fuerzas que le quedaron. Pero también una gran familia recibió el devastador golpe. El pequeño Walter Joshua Fretz llegaba prematuramente al mundo visiblemente “poco desarrollado” y no tenía ninguna oportunidad de sobrevivir.
El desarrollo del embarazo de Alexis Fretz, fue totalmente normal y según lo planeado.
En ese viernes de verano del año 2013, experimento fuertes dolores y tuvo abundante sangrado. De inmediato Lexi llamó a los paramédicos para que la llevaran al Hospital con urgencia. Y fue allí entonces dónde empezó el terrible dolor.
Con solo unas pocas 19 semanas, el pequeño Walter Fretz se adelantó al nacimiento. Lamentablemente Walter no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Y de repente sucedió un pequeño milagro:
Entonces solo por un corto instante, un pequeño indicio de vida se notó en Joshua. Lexi pudo ver claramente como su hijito respiraba. Y cuando ella lo sostuvo contra su pecho, pudo sentir el latido de su corazón. Un momento inolvidable.
Pero la fuerza del pequeño Joshua no era la suficiente para sobrevivir mucho más fuera del útero. Así que en unos pocos instantes, la vida que había en el niño se extinguió, despidiéndose para siempre de sus padres. Su padre lo sostuvo con cuidado y acercándolo a su cuerpo, lo miró fijamente para encerrar en su corazón esta imagen para el resto de sus días.
La hermanita mayor de Joshua no quería tampoco dejar la única oportunidad que tenía de sostener a su hermanito en brazos y darle el último adiós. A pesar de que las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas y sus corazones, el sentimiento de gratitud por sentir algo de vida en él prevaleció.
El momento en el que Lexi pudo sostener y sentir ese instante de vida en su pequeño hijo Joshua, es algo que ella jamás podrá olvidar, quedó grabado como una profunda cicatriz en el centro de su corazón.
Momentos fuertes como esos, son los que dan un sentido a la vida, haciéndonos ver lo que realmente es valioso e importa más. La fuerza interior de esta mujer y su familia es impresionante. Todos los padres que están a la espera de un nuevo bebe tienen un sin número de metas y sueños que cumplir con su hijo, y nadie está preparado para un final así. Ella pudo sentir el latido del corazón de su hijo solo por unos pocos segundos, pero solo eso fue suficiente para nunca olvidar ese momento.
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