Las relaciones sentimentales son todo un desafío. Y bien lo sabe el psicólogo estadounidense John Gottman quien lleva 40 años estudiando a parejas y su comportamiento en las relaciones. Y le basta estar con una por unos minutos para “diagnosticar“ en qué estado se encuentra la pareja para luego dar su veredicto. Y el resultado puede ser un poco desalentador si el comportamiento de ambos coincide con una de las cuatro fases que descubrió.
Los 4 ”Jinetes del Apocalipsis”.
Desprecio
Análisis: cuando uno se burla del otro ya sea en privado o en público, pone apodos descalificadores con mala intención, y no considera en absoluto la opinión de su pareja. Demuestra con acciones que no la aprecia o la considera inferior y menos importante.
Solución: Colocarse en el lugar del otro y tratar de ver la situación desde su postura. Evita esa forma de actuar. Debes recordar lo mucho que lo/la amas y porqué estás con él o ella.
Crítica
Análisis: Se irrita por cada error de su pareja. Sea la situación que sea, el otro se siente con el derecho de criticar algún descuidado y además le recuerda multitud de situaciones similares anteriores. En resume, no está criticando un hecho aislado sino la personalidad misma de la pareja, y esto lleva a frases recurrentes como “Siempre haces todo mal”.
Solución: jamás utilizar un tono agresivo en la conversación y no mezclar un pequeño problema con los otros que ya pasaron. Lo mejor es usar la calma, pedir a la pareja que haga las cosas de una manera diferente la próxima vez. Mejor aún si se habla sin darle mucha importancia a la situación.
Comportamiento a la defensiva
Análisis: Cuando se sabe que se hizo algo mal, y para evitar ser criticado, se reacciona de forma muy agresiva e inmediata como forma de defenderse a sí mismo. Se caracteriza por usar frases como “En realidad, ¡ni tenía porqué hacerlo!“, ”¡No es mi culpa!”, etc. Esto llevará a respuestas del mismo tono, agravios y echarse la culpa mutuamente y de forma dolorosa .
Solución: En casos así, es mucho más práctico asumir la responsabilidad de nuestro comportamiento y pedir disculpas en su momento. Así no se pierde tiempo en argumentos sin sentido. Mejor ocupar el tiempo en cosas que sean agradables para los dos.
Evitar el conflicto
Análisis: Hay veces en que las personas, sabiendo que arderá Troya, prefieren retraerse a tiempo. Esto es, que frente a la situación son evasivos, dan respuestas cortas, no muestran emociones, como ignorándolo o fingiendo no oír; incluso algunos prefieren irse de la habitación o salir de la casa. Y puede ocurrir que el otro alzará la voz para expresar lo que piensa de ese comportamiento, y puede que con eso se calme, o, se sentirá muy ofendido por la frialdad demostrada y la falta de respeto a su persona. Es decir, tampoco tratará de resolver el problema.
Solución: Jamás se debe huir ni acumular las rabias. Se debe resolver los problemas de forma pacífica. De otro modo, volverán a aflorar en el futuro y las reacciones serán mucho más negativas.
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