Enterró A Su Perrita Viva En La Tierra, Lo Descubrieron Y Pagará Duras Consecuencias

La pobre perrita en cuestión, fue llamada Atenea por su nueva familia, pero al momento de ser encontrada ella luchaba segundo tras segundo, por sobrevivir. El hombre que la descubrió, Pedri Drinis, la vio a las afueras de un barrio residencial a las afueras de París, y es que al ver que la tierra se movía frenéticamente, este hombre pudo comprender que algo extraño estaba sucediendo.

Encontró a la perra enterrada, solo asomaba parte de su cabeza, por lo que la rescató rápidamente de allí. Se notaba que el animal tenía unos 10 años de edad y quien debía estar cuidándola, decidió dejarla enterrada y amarrada hasta una probablemente lenta y dura muerte, de no ser por Pedro, que la rescató.

 

Después de que la liberara, el hombre la llevó a una clínica veterinaria pues se encontraba  en visible estado de shock y estaba muy deshidratada, pero por fortuna Atenea se recuperó rápidamente.

No entiendo cómo alguien tiene la cabeza como para causarle tal daño a otro ser vivo.

 

Ningún humano que sea capaz de hacerle algo así a otro ser vivo, debería llamarse humano. Pero por suerte, este crimen no quedará impune pues se sabe quién es el culpable y será juzgado, como castigo nunca más podrá tener animales nuevamente.

Aunque, un castigo así no parece ser nada ejemplar, es más se queda corto como “castigo”, considerando lo que la pobre Atenea tuvo que sufrir. Para evitar este tipo de situaciones, hay que comenzar por lo legal y trabajar en proyectos de ley que sean capaces de condenar el maltrato animal, como corresponde.

 

Por fortuna para Atenea, fue rescatada por un buen hombre. Hoy se encuentra completamente recuperada y vive junto a su nueva y amorosa familia, la misma que le salvó la vida.

 

Atenea vivió sus últimos meses, llena de felicidad. Lamentablemente, el cáncer se la llevó de manera temprana, algo que nadie sabía que padecía, pero sí supieron que vivió feliz.

 

Nadie debiera sentirse con el derecho de hacerle daño a otro ser vivo, solo porque sí, ¿no crees? ¡No olvides compartir esta inspiradora nota!