Auroville, No Necesitas Dinero Para Vivir En Esta Ciudad

Estamos tan acostumbrados a vivir entre edificios, casas, calles, carreteras, en resumen rodeados de cemento y gente. Pero nos hemos olvidado de que la naturaleza es un elemento tan importante en nuestro diario vivir que nos despeja y libera de todo el gran sistema que se nos impone y nos rodea.

Después de esta descripción es un poco difícil imaginarnos una ciudad en la que podemos vivir sin gastar un peso, afortunadamente es verdad, estamos hablando de Auroville, una maravillosa y utópica ciudad ubicada a 10 km. del municipio de Puducherry, en el estado de Tamil Nadu, en la India.

 

La francesa Mirra Alfassa, conocida como “la madre” la fundó en 1968. Ella fue discípula del místico hindú Sri Aurobindo, quien fue maestro de yoga, poeta y un gran defensor de la independencia de su país.

Su espectacular idea era poder crear un lugar que no dependiera o estuviera sujeto a nada ni nadie.

 

“Debe existir sobre la Tierra un lugar inalienable, un lugar que no pertenezca a ninguna nación, un sitio donde todos los seres de buena voluntad, sinceros en sus aspiraciones, puedan vivir libremente como ciudadanos del mundo”.

Así fue como en 1965, Alfassa pudo convencer al gobierno hindú y a la delegación de ciencia y cultura de a UNESCO para dar el sí al proyecto y comenzar con la construcción, gracias a algunos fondos, de esta nueva e increíble ciudad.

 

El 28 de febrero de 1968 entonces se dio paso a la inauguración, en la cual estuvieron presentes 124 países y representantes de todo el mundo.

 

Indira Gandhi, en ese entonces primer ministro, afirmó que “es un proyecto muy interesante que lleva la armonía de diferentes culturas y una comprensión de lo que debería ser el medio ambiente para el crecimiento espiritual”.

La ciudad tiene una forma bastante particular, fue diseñada por Alfassa como una mandala:

 

A pesar del primer diseño de Alfassa, en la segunda revisión del arquitecto Roger Anger, se determinó que era mucho mejor cambiarla por forma de galaxia.

 

Em el centro de la ciudad se encuentra un gran domo dorado, el Matrimandir, que funciona como centro neurálgico de la ciudad.

 

Tiene 30 metros de alto y 36 metros de diámetro.

 

Cumple la función de una sala de meditación y está revestida con discos dorados en el exterior.

 

Por dentro tiene muros de mármol y en el centro una esfera de cristal que representa al mundo, la que es iluminada por los rayos del sol a través de un sistema de espejos.

 

El centro urbano de la ciudad está rodeada de bosques, huertos y jardines. Es un gran espacio recreativo y sirve además para realizar actividades deportivas al aire libre.

 

Al rededor del centro se sitúan 100 pequeñas aldeas, en donde viven aproximadamente 2.500 habitantes de 44 países distintos. Cada una de las aldeas tiene un estilo y estándar distinto de vida.

 

Todas las aldeas tienen edificios públicos, centros de investigación y viviendas gratuitas.

 

Todos los activos del lugar son gestionados por la Fundación Auroville, por lo tanto no existe la propiedad probada del suelo o de la tierra.

 

Tampoco existen las jerarquías, ya que todo se gestiona a través de comisiones de trabajo.

 

Existe la Junta de Auroville, pero solo se preocupa de asuntos administrativos, no tiene ningún poder de decisión sobre lo que sucede en el lugar.

 

Hay una Asamblea en donde cada habitante del lugar puede expresar su opinión o plantear un tema para discutir sobre él.

 

Auroville tiene una carta constitutiva:

1.- Auroville no le pertenece a nadie en particular. Auroville le pertenece a toda la humanidad. Sin embargo, para vivir en Auroville hay que ser un servidor voluntario de la consciencia pina.

2.- Auroville será el lugar de una educación infinita, del progreso constante y una juventud que nunca envejece.

3.- Auroville pretende ser el puente entre el pasado y el futuro. Aprovechando todos los descubrimientos exteriores e interiores Auroville se lanzará audazmente hacia el futuro.

4.- Auroville será el lugar de una investigación material y espiritual para dar una manifestación viva a una unidad humana verdadera.

 

Sin embargo existe una norma para sus habitantes y sus visitantes:

Trabajar 5 horas diarias en la comunidad a cambio del sustento y el cobijo.

 

Puedes trabajar cultivando la tierra.

 

Puedes ocuparte de la limpieza, dirección o atención de jardines o edificios públicos.

 

Liderar proyectos municipales para embellecer la ciudad.

 

Expandir las energía renovables, los coches eléctricos o desarrollar nuevos sistemas de riego u otras obras de ingeniería.

 

Existen dos tipos de trabajas, para la comunidad o para ti mismo.

 

En Auroville no existe la moneda física, pero sí el concepto de dinero, de todos modos los habitantes del lugar tienen cubiertas sus necesidades gracias a una renta básica con la que pagan sus alimentos y su vestimenta.

Si se quiere vivir mejor, hay que relacionarse en sociedad, contribuir y trabajar para la sociedad.

 

La ciudad y el estilo de vida aún no son como se planteó en un principio, pero se ha avanzado enormemente, ya que de todas formas es mucho más participativa que la mayoría de las democracias existentes en el mundo.

¿Quién no querría vivir en un lugar como este?

 

Puedes encontrar mayor información en su página web arroville.org  ¿Te atreves a vivir esa experiencia? 

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