Consejos Para Apoyar A Un Niño Que Vive La Separación De Sus Padres

Sin duda éste es un tema en extremo delicado, porque involucra seres indefensos que necesitan del apoyo de su entorno para poder superar un terremoto emocional de estas características. La explicación es que todos los niños, desde que nacen, crecen con la idea de que su familia será para siempre. Pero puede ocurrir que los padres, por distintas y variadas razones, decidan no continuar con su relación de pareja y sucede que los pequeños no están preparados para esto, ya que creen que sus padres estarán juntos para siempre. El día de hoy, veremos cómo vive un niño la separación de los padres.

Es una decisión fuerte y no ha sido tomada sin la debida reflexión, sobre todo si hay niños de por medio. Los padres no sólo sufren por lo que supone la ruptura con su pareja, sino que tienen miedo de cómo puede afectar esta nueva situación a sus hijos y con mucha razón.

Consejos para tener en cuenta frente a una separación:

Estar siempre de acuerdo en lo que se le va a decir al niño y hablar con él, no darle información diferente que le causaría confusión.
Ambos padres deben estar presentes en esta conversación.
Lo más importante es dejarle claro que él no tiene la culpa de lo que ha pasado.
Se le debe decir claramente cuánto se le ama, que eso no ha cambiado, pero que papá y mamá no se comprenden y se pelean mucho.
Es importante que ellos sepan que la separación es algo triste y que pueden hablar de ello las veces que quieran. Es recomendable buscar momentos para hablar con ellos para que expresen sus emociones y pensamientos acerca de la situación.
Ambos padres, con madurez, deben decidir y pactar no utilizar a los hijos como una forma de presionar al otro bajo ninguna circunstancia y respetar siempre al otro en las conversaciones. No denigrar jamás al otro padre.
Determinar qué días estará con cada uno de los padres.

 

¿Cómo afecta al niño la separación de los padres?

Los niños suelen vivir esta nueva situación con tristeza, ansiedad o incluso en ocasiones con culpa, pues se sienten responsables de lo que está pasando. A veces pueden pensar que fue algo que ellos hicieron lo que provocó la separación de sus padres. También puede pasar que el niño se bloquee y no quiera expresar sus emociones, sobre todo al principio de esta nueva situación.  Existen factores como los problemas familiares anteriores y asociados a la separación, la edad y maduración del niño que afectan al proceso y se deben tener en cuenta.

Los niños pueden llegar a enfrentar lo siguiente:

Crisis nerviosas o depresivas:  Si la tensión en casa tras la ruptura de los padres llega a otros miembros de la familia, y se enfrenta a discusiones y enfrentamientos violentos.

Negación: Los niños suelen negarse a admitir que sus padres se han separado e insisten en que puede haber una reconciliación.

Problemas de sueño: Sobre todo al inicio de la separación, pueden tener problemas para dormir y pueden sentir miedo a que sus padres lo abandonen.

Estar más irritables: Se encuentran más irritables de lo normal.

Conductas regresivas y síntomas psicosomáticos: Podrían volver a hacerse pipí cuando ya no se hacían. Dolores de cabeza o de barriga. Esto es una manera de expresar su malestar ante la separación de sus padres.

Llanto frecuente:  Suelen llorar con frecuencia, por eso es importante mostrarles nuestro apoyo, tranquilizarlos y acompañarlos para facilitar que expresen el dolor que sienten.

Chantaje emocional: Podrían aparecer este tipo de chantaje en algunas situaciones en las que uno de los dos padres le riñe, es muy importante no caer en estos chantajes.

Problemas escolares: Podrían bajar su rendimiento en el colegio debido a la situación que se está viviendo en casa.

¿Cómo podemos ayudar al niño frente la separación de los padres?

Es de suma importancia dejar que los niños manifiesten sus sentimientos de frustración, rabia, tristeza, y darles nuestro cariño, no se les debe juzgar.
Si es necesario, buscar la ayuda de un profesional porque el niño se puede sentir más libre de hablar y expresar sus emociones y pensamientos a alguien ajeno a la familia, ajeno a lo que está pasando en su casa.
Los padres deben explicar y hablar con el niño para que la situación sea lo menos dolorosa posible.
No debe presenciar gritos, insultos ni discusiones violentas. Si las hubiera, el niño no debe estar delante.
Excluir al niño de la tensión que se genera por la separación.
No desprestigiar nunca al ex-cónyuge; puede destruir la imagen paterna o materna, que son muy importantes para el niño.
El niño debe disponer de un espacio propio tanto en la casa que viva como en la casa del padre que se haya marchado.
Los niños quieren ver felices a sus padres, aunque sea con una nueva pareja. La infelicidad de sus padres les provoca malestar.
Mantener los vínculos afectivos con abuelos, tíos, primos de ambas partes, para fortalecer su red de apoyo.
Hay que evitar el exceso de permisividad y llenarlo de regalos. Hay que actuar siempre de común acuerdo con el otro progenitor.
No debemos alterar las rutinas diarias del niño a pesar de la separación de los padres.
Es una situación complicada, pero haciéndolo bien ambos progenitores todo será menos doloroso y mejor para los pequeños.

Siempre se debe tener en cuenta el bien mayor que es el bienestar emocional de los niños.

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