Síndrome De Abstinencia: Esto Pasa Con Las 14 Drogas Más Comunes

Las drogas son sustancias químicas que modifican el funcionamiento de nuestro organismo, en especial de nuestro sistema nervioso central.

Existen algunas con efecto muy relajados y otras sumamente potentes, es por esta razón, y según la tradición cultural, que los países han legalizado o prohibido ciertas sustancias respecto a otras.

Las drogas, además de los efectos lúdicos, tienen un gran impacto en nuestro organismo, pudiendo inducir estados de euforia o relajación. Sean legales o no, su consumo puede crear dependencia y un fuerte daño en nuestra salud.

Estos son los efectos de las drogas en nuestro organismo y sus principales síntomas de abstinencia.

 

1. Alcohol

El alcohol es una de las drogas más antiguas conocidas por el hombre y su consumo está ampliamente aceptado. Es un depresor del sistema nervioso que altera las percepciones, las emociones y los sentidos, por lo que también puede crear una fuerte dependencia.

El alcohol actúa primero como un estimulante creando una fuerte euforia, luego su efecto cambia y se siente un relajo y adormecimiento. Con dosis elevadas, comienzan los problemas de coordinación, dificultades en el habla, confusión, depresión, pérdida de la memoria a corto plazo y tiempos de reacción más lentos. Superada la dosis máxima, se produce una intoxicación etílica que puede producir un estado comatoso, e incluso la muerte.

La adicción comienza como una dependencia psicológica, que nos aporta una falsa sensación de seguridad para afrontar el estrés, relajarnos ante los problemas o envalentonarnos frente a los desafíos. Poco a poco su consumo y tolerancia aumentan, creando una fuerte dependencia física que termina por dañar nuestro hígado y nuestras funciones neuronales.

La abstinencia del alcohol puede ser dolorosa, e incluso puede poner en riesgo la vida. Los síntomas van desde temblores, sudoración, náuseas, ansiedad y depresión hasta alucinaciones, fiebre y convulsiones.

 

2. Anfetaminas

Las anfetaminas son estimulantes que aceleran las funciones del cerebro y del organismo. Si se ingieren o se inhalan producen un rápido efecto estimulante, que hace sentir a los consumidores poderosos, eufóricos, cargados de energía y en alerta. Sin embargo, esa sensación contrasta con los movimientos espasmódicos y la falta de atención continuada.

Las anfetaminas aceleran el ritmo cardíaco, la respiración e incrementan la presión sanguínea; además, pueden provocar sudoración, temblores, dolor de cabeza, somnolencia y visión borrosa. Son adictivas y, aunque comienzan consumiéndose esporádicamente, pronto se vuelven imprescindibles para sus consumidores, hasta el punto de que no conciben salir de fiesta sin su dosis. Su uso prolongado puede provocar alucinaciones y una paranoia intensa.

Quienes abandonan esta droga experimentan problemas relacionados con el estado de ánimo, ansiedad y una gran necesidad de consumirlas.

 

3. Barbitúricos (barbis, barbs, bombones, caramelos)

Los tranquilizantes o barbitúricos son medicamentos que ayudan a relajar los músculos y calmar la ansiedad, por ello son suministrados con receta médica. Sin embargo, crean una fuerte dependencia que hace que su consumo se vuelva crónico o se alargue por años, ya que al intentar dejarlos las personas pueden experimentar cuadros de ansiedad, insomnio, temblores, delirio y convulsiones.

A dosis elevadas, pueden provocar confusión, dificultad en el habla, falta de coordinación y temblores. En dosis muy altas o combinados con alcohol, pueden hacer que una persona deje de respirar y, por ende, provocar la muerte.

 

4. Cafeína

La cafeína está clasificada como una droga psicoactiva y está presente en el café (60 a 120 mg), té (15 mg té verde – 100 mg té negro), mate, e incluso en las bebidas energéticas (50 – 150 mg).

La cafeína, en pequeñas dosis, nos ayuda a estar activos y alerta. Sin embargo, más de 250 mg al día puede ser perjudicial para nuestra salud, provocando insomnio, taquicardia e irritabilidad.

 

5. Cocaína y Crack

Este polvo blanco cristalino, fabricado a partir de las hojas secas de la planta de coca, se suele inhalar por la nariz. Es un fuerte estimulante del sistema nervioso que brinda una rápida e intensa sensación de energía y poder.

Su consumo acelera la frecuencia cardíaca, la respiración y eleva la presión sanguínea y la temperatura corporal. También es frecuente la tensión mandibular, sangrado nasal y, a la larga, pérdida de dentición y daño permanente o perforación del tabique nasal.

El crack, que recibe el nombre del crujido que hace al ser calentado, se fabrica a partir de la cocaína y debe ser calentado para aspirar sus vapores. Esta vía de administración es más rápida, intensa, y adictiva. Ambas sustancias son sumamente adictivas, tanto que su consumo y frecuencia dependen más del acceso a la sustancia que de una necesidad física. Tanto tienes, tanto consumes. De superar la cantidad máxima tolerada, puede provocar un paro cardíaco o muerte súbita.

Crean una fuerte dependencia física y psicológica que hace que para el consumidor resulte sumamente difícil dejarlas, causando depresión, irritabilidad, insomnio, cambios en el apetito, náuseas, letargia, anergia, enlentecimiento psicomotor, trastornos en el ritmo del sueño, hipersomnia, apatía.

 

6. Éxtasis – MDMA

El éxtasis es una droga de diseño que se ofrece en forma de polvo cristalizado, comprimidos o cápsulas, muy popular en fiestas electrónicas. Combina un leve efecto alucinógeno con un efecto estimulante que hace que las emociones, tanto las negativas como las positivas, resulten mucho más intensas.

Su efecto inmediato es calor, presión mandibular y la dilatación de la pupilas, energía, gran embriaguez y sensación de euforia y felicidad.

También se experimenta sequedad bucal, calambres, visión borrosa, escalofríos, sudoración y náuseas. El día posterior al consumo se sufren dolores musculares, depresión, paranoia, ansiedad y confusión. Su efecto es agradable y sus efectos perniciosos. Durante la abstinencia hacen que los consumos aumenten paulatinamente hasta caer en dependencia.

 

7. GHB (Éxtasis líquido, G, GHB, X)

También de diseño, el GHB es un líquido incoloro e inodoro que deprime el sistema nervioso, y que puede causar efectos tanto eufóricos como alucinógenos.

Es muy fuerte y mezclado con alcohol resulta muy potente, tanto que puede causar la pérdida de conocimiento. Tiene varios efectos secundarios peligrosos, lo cual incluye náuseas severas, problemas respiratorios, frecuencia cardíaca reducida y convulsiones.

El problema es que existe una mínima diferencia entre la dosis justa para sentir embriaguez y la sobredosis, por lo que esta droga ha causado en el mundo más muertes desde que fuera inventada en 1995, que el éxtasis en toda su historia.

Tras recuperarse de esta intoxicación, los consumidores experimentan síntomas de abstinencia, insomnio, ansiedad y problemas para manejar el estrés.

 

8. Heroína 

Obtenida a partir de las semillas de opio del mismo modo que la morfina, la heroína es una de las drogas más adictivas que existen. Este polvo blanco, o marrón, se diluye y es inyectado directamente en el torrente sanguíneo.

La heroína provoca sentimientos repentinos de euforia, seguido de somnolencia, náuseas, calambres en el estómago y vómitos cuando finalizan sus efectos. Por ello, los consumidores sienten una imperante necesidad de volver a consumirla para sentirse bien.

Su poder adictivo es tan fuerte y su abstinencia tan dura, que actualmente hay procesos de desintoxicación que inducen al paciente en coma durante varias semanas hasta que su organismo está limpio. De igual modo, la heroína debe ser sustituida por otras sustancias como la metadona para hacer una desintoxicación gradual, ya que de verse privado de forma tajante, en algunos casos puede provocar shock y muerte.

 

9. Inhalantes (Pegamentos, disolventes, aerosoles)

Los inhalantes se respiran directamente del recipiente original (inhalación o esnifado), desde una bolsa plástica o sujetando un trapo embebido en el inhalante dentro de la boca, y sus efecto provoca aturdimiento y confusión, muy parecidos a los efectos del alcohol.

Son muy baratos, por lo que suelen ser utilizados por personas con pocos recursos económicos. Quienes los consumen durante mucho tiempo presentan dolor de cabeza, sangrado nasal y pueden sufrir la pérdida de la audición y del olfato. Además son sustancias muy volátiles, por lo que presentan mayor riesgo de provocar intoxicaciones graves y la muerte.

 

10. Ketamina (queta, coqueta, doña queta, vitamina K)

Este anestésico de cirugía menor, utilizado para animales de gran tamaño, se presenta en polvo e inhalado, y provoca delirios, alucinaciones y pérdida de la noción del tiempo y la realidad.

Sus efectos duran hasta dos horas, pero en dosis más elevadas puede provocar náuseas o vómitos, sufrir delirios, pérdida de la razón transitoria y problemas de movimiento.

La sobredosis de ketamina puede detener la respiración y provocar la muerte.

 

11. LSD 

El ácido lisérgico, descubierto por Albert Hoffman, es una sustancia química con efectos alucinógenos extremadamente potente. Una gota se impregna en un papel, que se divide en cuartos para controlar la dosis, y en mayor o menor medida, sus efectos.

Una vez consumido es imposible de detener sus efectos hasta que el LSD es metabolizado por el hígado. Los consumidores experimentan todo tipo de ilusiones, no siempre agradables. Dependiendo de si la experiencia es positiva o negativa, las personas pueden sufrir ensoñación, pánico extremo, confusión e ilusiones aterradoras.

 

12. Marihuana

Es la droga ilegal más utilizada aunque, poco a poco y debido a su uso terapéutico, muchos países han comenzado a regular su consumo legalmente. Puede fumarse en su forma natural directamente de la planta, o procesada como hachís. También se puede ingerir preparada en galletas o dulces.

Su consumo afecta al estado de ánimo y puede provocar tanto euforia como somnolencia. Aumenta la frecuencia cardíaca, ojos rojos y, tras unas horas, sensación de hambre. Puede crear paranoia y, en raras ocasiones, alucinaciones.

A largo plazo, tienen todos los problemas pulmonares asociados al consumo de tabaco, además de pérdida de memoria, ansiedad y problemas para manejar el estrés.

 

13. Metanfetamina

El speed es un potente estimulante, de escaso precio y gran tolerancia, por lo que a pesar de sus rápidos efectos, los consumidores necesitan aumentar su dosis con frecuencia para conseguir el mismo efecto.

Su consumo puede provocar reacciones violentas, ilusiones muy vividas, paranoia, e insomnio. Sobre todo si se consume fumado o inyectado. La abstinencia se manifiesta con cambios de humor, fatiga, trastorno del sueño, alteraciones del apetito, irritabilidad y depresión.

 

14. Nicotina

La nicotina contenida en los cigarrillos es sumamente adictiva, tanto como la heroína y la cocaína. Se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo al fumarse y crea una sensación de calma o euforia, según se fume más a prisa o de forma pausada.

El tabaco provoca problemas de piel, dientes amarillos y mal aliento. Sin embargo, sus efectos a largo plazo son más preocupantes, siendo la droga que más personas mata al año en el mundo. Afecciones pulmonares, cardíacas, cáncer y derrames cerebrales.

Los síntomas de abstinencia incluyen ansiedad, ira, inquietud e insomnio. Es muy complicado abandonar el hábito y se recomienda ayuda médica.

 

Aunque no lo queramos aceptar ciertos productos legales también son drogas y lamentablemente provocan lo mismo en nuestro organismo que aquellas que llamamos ilegales. 

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