Esta historia es narrada por una madre que experimentó la peor pesadilla de su vida y deseó compartirla para evitar que le suceda a otros. Acá te la contamos traducida al español:
Era un sábado como cualquier otro. Nos despertamos temprano, Ian y yo preparamos el desayuno y luego fuimos con Ronin al supermercado a comprar lo de siempre. Camino a casa pinché un neumático lo que nos demoró 2 horas. Ya eran las 2:30 y debíamos estar en el cumpleaños de mi sobrina a las 3, pero de alguna forma logré llegar a casa, bañar a los niños, vestirlos con trajes de baño y aplicarles bloqueador solear ya que era un cumpleaños en la piscina. Llegamos a las 3:30 y ya todos estaba en el agua jugando y disfrutando. Los adultos estaban sentados afuera y yo observaba a Ronin quien estaba en la orilla de la piscina, en el escalón de descanso. Ahí es donde comenzó mi pesadilla….
Estaba sentada en la orilla del área del Spa, a unos centímetros del lugar donde Ronin jugaba cuando cambié lugar por unos segundos para hablar con mi cuñada, no pasaron 5 segundos para volver a mirar a Ronin y ya no estaba. Mi mamá entró en pánico y yo rápidamente revisé el área y vi su cabeza asomada un poco más allá, tratando de respirar. Lo saqué tan pronto pude y considerando todas las maniobras no debo haber tardado más de 20 segundo entre el momento que cayó y lo saqué. Además de estar molesto y con algo de tos luego de haber bebido agua de la piscina, Ronin estaba igual que siempre. A pesar de ser una madre muy tranquila y relajada no podía entender cómo esto había sucedido frente a mis narices. Él parecía un poco más agotado de lo habitual cuando nos marchamos pero imaginé que era por el estrés de lo ocurrido, el ejercicio y también el calor.
Ya en casa, Ronin no parecía estar bien. Aunque podría haberme conformado pensando que era solo cansancio, sentía que algo malo ocurría. También comenzó a tener una tos extraña, poniéndose tenso cada vez que lo hacía. Pensé que intentaba eliminar agua que hubiese quedado en su interior, pero de todas maneras llamé al pediatra y dejé un mensaje explicándole lo sucedido. Minutos más tarde me llamó de vuelta.
Ella es muy relajada y siempre me dice a menos que sea algo muy grave, es mejor cuidar a los niños en casa en lugar de llevarlos a emergencia donde pueden estar expuestos a todo tipo de enfermedades.
Esta vez fue diferente, me pidió que lo llevara a emergencias DE INMEDIATO porque podía estar experimentando efectos debido a su casi ahogamiento (ahogamiento secundario).
Todos corrimos a emergencias y en minutos el médico estuvo ahí preguntándome por qué no lo había llevado antes. Le comenté que luego del incidente todo parecía normal, respiraba bien y parecía estar todo en orden. Por supuesto, no le gustó mi respuesta ya que sabía lo que estaba ocurriendo.
Tomaron su temperatura y tenía 38ºC, lo que era extraño ya que había amanecido muy bien.
El médico solicitó una radiografía de su pecho y varios exámenes de sangre. A esas alturas Ronin se veía decaído y falto de respuesta.
Cuando llegaron los resultados se acercó con las noticias. Su rostro parecía indicar que no eran muy buenas. Me dijo que los exámenes de sangre de Ronin estaban bien (lo que me alegró bastante) pero que la radiografía de pecho no. Dijo que sus pulmones aspiraban. Y las consecuencias de esto podían ser muy diversas. Podía no pasarle nada en absoluto o podría provocarle una neumonitis química (debido a los productos de la piscina) e incluso muerte por asfixia en unos cuantos minutos.
Dijo que debía ser trasladado de inmediato al Hospital de Niños de San Diego donde lo esperaba un especialista. Mi corazón se rompió en mil pedazos, sentí que lo arrancaban de mi pecho. Era mi culpa sin importar cuántas veces me dijeran que podría haberle pasado a cualquiera.
En la ambulancia sus niveles comenzaron a caer de 98% a 74% y yo caí en pánico, aunque trataron de calmarme, nunca me había sentido tan impotente.
Cuando llegamos al hospital, nos esperaba el especialista junto a 4 enfermeras y nos llevaron a una habitación donde esperaba el especialista en rayos X. Repitieron las radiografías y los exámenes de sangre diciendo que debían monitorear a Ronin y esperar.
Lo conectaron a todo tipo de máquinas y esperamos toda la noche, Ian y yo. El domingo vino un medico muy amable, que nos explicó el extraño accidente provocado por un potencial ahogamiento y que esto sucedía más frecuentemente de lo que pensábamos.
Nos dijo que habíamos hecho lo correcto y que muchas veces ocurría lo peor (como que los padres los hacían dormir y nunca más despertaban) ya que se piensa que los niños están bien cuando respiran sin problemas luego de haber estado a punto de ahogarse. También nos comentó que había otros 2 niños en la habitación internados por la misma causa.
Comentó que estaba contento porque los exámenes mostraban que sus pulmones se estaban limpiando pero habían químicos en su cuerpo debido al Spa que causaron neumonitis al quedar atrapados en sus pulmones, los que estaban irritados e inflamados pero el diagnóstico era bueno a pesar de todo. Lo monitorearían para asegurarse de que no surgieran otras complicaciones.
Ronin despertó el domingo alrededor de las 10:00 AM muy molesto por todos los artefactos que tenia conectados en su cuerpo. ¡Nunca había estado tan contenta con un niño así de gruñón! Estaba de vuelta, actuando de forma normal.
Más tarde fue dado de alta y pudimos volver a casa.
Mi vida cambió por completo, me di cuenta como en un segundo tu vida puede dar vueltas por completo. Antes del sábado jamás había escuchado del ahogamiento secundario, de haberlo sabido habría actuado diferente al notar los cambios en su comportamiento.
Lo que debes saber:
El Ahogamiento Secundario puede ser difícil de reconocer ya que la víctima parece estar bien después de haber estado a punto de ahogarse. Tu hijo puede haber tragado un poco de agua y luego haberla botado al toser. En el ahogamiento secundario el agua puede llenar algunos poros con oxígeno del pulmón lo que reduce la habilidad de oxigenar la sangre a medida que circula. El corazón sigue funcionando por lo que tu hijo puede hablar y caminar sin problemas. El único síntoma es un cambio repentino en su comportamiento o nivel de conciencia, a medida que el nivel de oxígeno en la sangre va disminuyendo.
Por lo que si tu hijo sufre un evento cercano al ahogamiento debes estar atenta a los síntomas. Puedes salvarle la vida si actúas a tiempo y recibe el tratamiento médico de inmediato.
Espero que leer este artículo te ayude a estar atenta. Me alegro de que Ronin esté bien y de no haberlo llevado a acostarse esa noche pensando que todo estaba bien. No quisiera que otro niño pase por esto, así que si sabes de alguien a quien le pueda interesar, compártelo.
Créditos: delightedmomma
