Qué Es El Tsunami Plateado Y Cómo Amenaza El Trabajo De Millones De Personas En Todo El Mundo

Como si la irrupción de la inteligencia artificial -inminente desde la industrialización- y el dificultoso sostenimiento de los sistemas de pensiones no fueran suficientes preocupaciones para los ciudadanos del planeta, los sociólogos han identificado un nuevo fenómeno que podría acabar con los trabajos de millones de personas: el Tsunami plateado.

 

Este término se refiere al gran cambio demográfico que la jubilación de los nacidos durante el baby boom de la post-guerra, ocurrido entre 1945 y 1965, va a tener sobre el mercado de trabajo y el resto de la población.

Esta generación, conocida como los baby boomers, fue una llena de grandes emprendedores que crearon negocios familiares y pequeñas o medianas empresas que dan trabajo a casi la mitad de la población. Sin embargo, cuando les llegue la edad de jubilar, sus negocios no encuentran una generación de relevo, lo que los obliga a cerrar y dejar en la calle a todos sus trabajadores y trabajadoras:

En Estados Unidos, los nacidos entre 1945 y 1965 están jubilándose a un ritmo de 10.000 personas diarias. Se prevé que el cierre de sus negocios suponga la perdida de 25 millones de puestos de trabajo.

Los hijos de esta generación (los nacidos entre 1965 y 1985 y conocidos como Generación X) no tienen el mismo nivel de compromiso y sacrificio con el trabajo que tuvieron ellos, pues tienen sus propios sueños y desean alcanzar una vida más calmada. Los millennials (o Generación Y, nacidos entre el 85 y el 2000) no compran automóviles en propiedad ni desean tener casas o negocios que los aten.

Mientras tanto, los empresarios de las nuevas generaciones sólo quieren negocios potentes y márgenes de beneficio superiores.

Todo ello, según cálculos de Project Equity, 2.3 millones de empresas familiares cerrarán en los próximos años sólo en Estados Unidos, dejando en la cesantía a otros 25 millones de personas. Esto es, a 1 de cada 6 trabajadores.

 

La colombiana Felice Dubin, de 69 años, es un gran ejemplo de este cambio demográfico. Según explica la BBC, Felice nació en Barranquilla y emigró hasta Miami. Allí pasó la gran parte de su vida adulta, y abrió la tienda Bookstore in the Grove, una pequeña librería independiente que ha pagado las cuentas de su familia por bastante tiempo. Sin embargo, ninguno de sus hijos está interesado en continuar con el negocio porque, según ella misma cuenta, “tienen sus propios sueños”.

Durante los próximos días, Felice cerrará su negocio y sus 20 empleados se quedarán sin trabajo. Algunos de ellos están entre los 45 y los 55 años, una edad muy complicada para la empleabilidad.

Como ella, hay tantos otros pequeños empresarios en la misma situación.

El periódico The Wall Street Journal asegura que el porcentaje de menores de 30 años que sean propietarios de su negocio ha caído a su punto más bajo en 25 años. Sin embargo, no los culpa a ellos ni a su filosofía de vida. La creciente deuda estudiantil y la inestabilidad económica les hace explorar nuevas vías de negocios.

El resultado es el mismo, pues las empresas familiares cerrarán sin que haya ningún relevo en el mando.

 

Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y todo el mundo está envejeciendo. Las tasas de natalidad se han desplomado y las personas son más longevas, lo que ciertamente provocará una crisis en el mantenimiento de los sistemas de pensiones:

Según los cálculos de Naciones Unidas, en 2050, Cuba será el noveno país más envejecido del mundo. El cubano promedio tendrá 51,8 años y el 40% de la población superaría los 60 años.

Si queremos sostener el sistema actual, sólo habrá dos opciones: resignarse a un crecimiento económico menor y recortar las pensiones, o aumentar la edad de jubilación y forzar que haya más producción para compensar.

A pesar de ser un líder en I+D+I, Japón no logra enderezar su economía y crecer, el motivo podría ser el envejecimiento de la población: el 30% supera los 60 años de edad.

 

Varios países han optado por esa misma medida: adelantándose a problemas económicos que pudieran llegar, han aumentado la edad de jubilación. Sin embargo, nada de ésto será útil si el tsunami plateado provoca el cierre de millones de pequeñas empresas y negocios familiares, dejando en la calle a sus trabajadores y mermando aún más sus cotizaciones a la seguridad social.

Es clave salvar estos negocios de alguna manera, para evitar el empobrecimiento global. Una propuesta es que los gobiernos aprueben una serie de ayudas y ventajas fiscales que logren incentivar la compraventa de estos negocios a las mismas personas que trabajan en ellos, sea de forma individual o como una cooperativa.

 

¿Conocías este cambio demográfico? ¿Sabes de personas que se hayan visto ya afectadas por el tsunami plateado?

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