La escuela Saunalahti, situada en la ciudad finlandesa de Espoo, cuenta con 10.500 m² para educación y ocio. El nuevo proyecto es un complejo multifuncional de un estilo futurista, diseñado en el 2007 por el estudio de arquitectura VERSTAS Arquitectos, su nombre se debe al operador de telefonía móvil finlandés que patrocinó la construcción.
El complejo consta de escuela infantil, primaria y secundaria, Casa de la Juventud, una sala de teatro, comedor, biblioteca, gimnasio y múltiples actividades para adultos del vecindario que pueden ir por las tardes a hacer uso de las instalaciones, ya que se sitúa en la zona central de la nueva área residencial de la ciudad.
Los arquitectos han dejado atrás los diseños aburridos y la división tradicional de clases, ya que el proyecto está pensado para fomentar la comunicación y el desarrollo de las capacidades creativas de los niños y los jóvenes. Potenciando el aprendizaje en un ambiente relajado, y enfatizando temáticas como la cultura, el arte y las habilidades físicas.
Cada niño tiene la posibilidad de sentarse en una silla que se regula a su altura pudiendo deslizarse hasta el otro extremo del salón según su conveniencia. También pueden sentarse en pequeños sillones que están equipados con una pequeña mesita para el ordenador portátil el cual sustituye la típica pizarra y está conectado a una red común.
Las aulas fueron creadas para facilitar la realización de talleres, con puertas de vidrio que permiten el acceso a los grupos de alumnos del aula de al lado.
Los pasillos son amplios y tienen el espacio suficiente para relajarse, trabajar y estudiar. A un costado del edificio principal, hay un muro de vidrio que cae en picada, con un tejado de madera curvo que simula a una pista de esquí. La estructura de vidrio curva tiene una guardería, un área de preescolar, la biblioteca y un centro para adolescentes.
El comedor es el lugar de encuentro de todos los miembros del proceso educativo, además tiene un escenario para realizar conciertos, fiestas y festivales.
Para las terminaciones de los interiores y fachadas, los arquitectos utilizaron materiales ecológicos que otorgan un ambiente cálido y confortable.
Los creadores del proyecto aseguran que si se instalan barreras, los niños querrán saltarlas, por eso la escuela está abierto, no hay vigilantes ni detectores de metales.
Las grandes ventanas con vista a la naturaleza y al patio de juegos ayudan a los niños a interactuar con el medio ambiente ya que los corredores están diseñados de tal manera que no se tenga la sensación de estar encerrado entre cuatro paredes.
El sistema educativo finlandés encabeza los primeros puestos del ranking del informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de educación.
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