Probablemente notas diferencias en la imagen que proyectas en un espejo y en una fotografía. Existen personas que detestan tanto cómo se ven en las fotos que las evitan a toda costa, aunque hoy en día, con los filtros de las cámaras de los smartphones se pueden hacer milagros.
Sin embargo, quisimos mostrarte las diferencias entre las imágenes en el espejo y las fotos para que tú decidas cuál capta mejor tu ángulos y a qué se deberá esto.
1.- Aspecto sicológico
Es normal que nos miremos en el espejo cuando estamos en casa. Allí nos sentimos libres y relajados al máximo. Pero las fotos, nos capturan en lugares o situaciones donde nos sentimos más tensos y menos preparados. Por eso a veces sucede que antes de una fiesta te veas impecable en el espejo pero las fotos del evento dice todo lo contrario.
2.- Ángulo
Nuestro rostro no es simétrico: en algunas personas esto es más evidente que en otras. Cada mañana en el espejo nos vemos desde el ángulo de siempre y, como resultado, nos acostumbramos. Y en las fotos nadie nos avisa cómo, cuándo y desde qué ángulo nos van a fotografiar. A menos de que seas una estrella que casi siempre son fotografiadas desde el mismo ángulo.
3.-El balance del blanco
Cada fuente luminosa emite una luz con distinto color o temperatura de color. Pero cuando nos miramos en el espejo, no nos percatamos de estos detalles porque nuestro cerebro, une todas las diferencias y ”nos enseña” el tono de rostro que nos hemos acostumbrado a ver. Al mismo tiempo, las fotos capturan la iluminación real, con todas las diferencias de la temperatura de color. Por eso, cuando nos miramos en el espejo, a pesar de toda la variedad de fuentes de luz que iluminan nuestro rostro, nos vemos como de costumbre. Y una foto nos puede provocar molestia porque captura todas las fuentes de luz objetivamente.
4.- Enfoque en elementos separados
En el espejo enfocamos nuestra vista en solo una parte de nuestro reflejo y no vemos la imagen general. Mientras que en una foto percibimos todo en conjunto y notamos lo que nos parecía insignificante en el espejo: por ejemplo, una mala postura, los brazos torpemente posicionados, etc.
5.- Reflejo
En el espejo siempre nos vemos de una forma a la que nos acostumbramos. Mientras que en las fotos somos como los demás nos ven. Este ”yo” reflejado, frecuentemente nos sorprende en las fotos.
¿Con cuál te quedas, el espejo o la foto? Comparte esto con tus amigos.
