Últimas Fotos De Chica Con Anorexia Impactan. El Hospital Se Negó A Atenderla

Holly Griffiths tiene 25 años, pero cuando tenía 20 llegó a pesar tan solo 30 kilos, afortunadamente una drástica situación la hizo cambiar y comenzó a documentar su cambio.

Su historia es un ejemplo e inspira a millones de personas que sufren de anorexia, ella luchó con un grave trastorno alimenticio durante 17 años, desde los 8 años.

Luego a los 13 años le diagnosticaron oficialmente anorexia.

 

A pesar de los años de terapia, dice que es imposible entender la manera de pensar que tenía cuando era más joven y asegura que todo fue una bola de nieve que creció y creció.

 

A los 20 años pesaba 32 kilos y sus piernas eran esqueléticas, pero ella imaginaba que sus muslos topaban el uno con el otro, su mente la engañaba. Por eso debía sacarse fotos para entender que no era así.

Esa situación la tenía en riesgo vital hasta que recibió el llamado que tanto necesitaba.

En el hospital de Greenwich, Londres, en donde se trataba, se le negó el tratamiento que solía recibir, argumentando que siempre recaía y que nunca lo seguía como era necesario. Y fue ahí cuando Holly se dio cuenta de que tendría que hacer algo por ella misma.

“Me di cuenta de que no puedes vivir para siempre con un trastorno alimentario, matarte de hambre y purgarte cuando comes… porque te llevará a un ataque al corazón o a un derrame cerebral. Me di cuenta también de que nadie iba a ayudarme, si quería superar mi trastorno de la alimentación tenía que ser lo suficientemente racional como para hacerlo yo misma. La dismorfia corporal me había cegado hasta el punto en que parecía que estaba a punto de morir, me veía horrible, en ese entonces, incluso parecía que no podría levantarme. Si no me recuperaba, la única otra opción era la muerte. O bien tenía que parar y cambiar las cosas… o continuar y morir”.

-Holly Griffiths-

 

Una de las únicas cosas que le gustaba comer era una pizza de bajas calorías en un local llamado Pizza Express, y decidió que aprovechando eso, saldría adelante.

Entonces comenzó a comer de esa pizza una vez cada 10 días. Al no recibir ayuda del hospital público, acudió a un terapeuta privado y comenzó a tomar antidepresivos, solo así pudo comenzar a mejorar.

Luego se sacaba fotografías para ver sus avances. Y el esfuerzo comenzó a dar frutos.

 

Hoy Holly va al gimnasio a trabajar en su cuerpo y luce increíble, pero lo más importante de todo es que está sana.

 

Intenta ayudar y motivar a quienes lo necesiten publicando fotografías y videos de su avance, y además está preparándose para convertirse en consejera.

“La diferencia ahora es que ya no lloro cuando me veo al espejo. Estoy orgullosa de mi cuerpo y de lo que he logrado”.

-Holly Griffiths-

 

Superar este tipo de desorden alimenticio es sin duda un gran esfuerzo, ella es un gran ejemplo de constancia, dedicación y fuerza de voluntad.

 

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