En agosto de 1976 la actriz bosnia Silvana Armenulic decidió visitar a Baba Vanga, una reconocida clarividente ciega de Bulgaria que recibía información de seres invisibles de todas las épocas y todos los lugares. La mística recibió a la actriz, pero no le dirigió la palabra en toda la reunión.
Fue al final de su tiempo con ella que le dijo: “No pagues nada. No quiero hablar contigo. No ahora. Vuelve en tres meses”. Desconcertada, Armenulic se dirigía a la puerta y la anciana Vanga le dijo que esperara un momento: “De hecho, quizás no sea posible que vengas. Vete, y si puedes volver en tres meses, hazlo”.
La actriz murió dos meses más tarde, en un accidente de auto junto a su hermana.
Así como con la muerte de Armenulic, a Baba Vanga se le atribuyen predicciones como la caída de la Unión Soviética, el desastre de Chernobyl, la muerte de Stalin y los ataques del 11S a las Torres Gemelas. También predijo una “gran guerra musulmana” para 2016, y algunos creen que se refiere a todo lo que ha pasado con DAESH alrededor del mundo.
Así las cosas, la vidente tiene una tasa de acierto del 85% y antes de morir, en 1996, ha dejado varias predicciones para el futuro.
Algunas de ellas incluyen que China se convertirá en la primera potencia mundial en 2018, y que los casquetes polares se derretirán en 2033, causando una fuerte subida del nivel del mar.
También tuvo palabras para los impensados resultados de la reciente elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Si bien no la redactó con nombre y apellido, por razones obvias, lo que dice es tan claro como escalofriante:
“El presidente número 44 de EE.UU será negro y será el último. Todas las esperanzas estarán puestas en él, pero no logrará poner fin a los problemas de una gran crisis, se intensificarán y los conflictos norte y sur empeorarán.”
Si bien nunca dice la palabra “guerra” (de hecho, Vanga descartó que se produjera una Tercera Guerra Mundial), está claro que habrá un cambio en el sistema o el orden mundial que hará que la democracia se termine con Obama.
Para los años posteriores, Vanga predice que Europa se transformará de manera abismal y los musulmanes tomarán el control de ella.
Según otras versiones de sus predicciones, el fin del mundo llegará el año 5079. Sin embargo en su país desmienten que esta predicción haya sido hecha por ella, quien evitaba aventurar hechos tan fatales en voz alta porque decía que eran inevitables y su conocimiento sólo podría hacer daño.
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