Un poderoso terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter sacudió este fin de semana a Nueva Zelanda, matando a dos personas y dejando a miles incomunicados debido a la destrucción de carreteras y vías de tren.
Pero quizás las sobrevivientes más suertudas de todas fueron estas dos vacas y un ternero que quedaron atrapadas en un montículo de hierba en un terreno cerca de Kaikoura, en la Isla Sur del país.
Las imágenes fueron captadas desde un helicóptero que estaba recorriendo la zona para evaluar el daño dejado por el movimiento telúrico. Las autoridades locales han expresado a los medios la intención de rescatar a los animales, pero “la prioridad dela policía es asegurarse que todas las vidas humanas están a salvo y aún nos falta completar esa tarea”.
El terremoto afectó con mayor intensidad principalmente a este lugar de la Isla sur, junto con la región de Marlborough.
La capital neozelandesa, Wellington, fue afectada también, aunque en menor medida.
El epicentro del terremoto, que ha generado alrededor de 250 réplicas, se registró cercano al punto de choque entre las placas de Australia y del Pacífico, conocido como Falla Alpina.
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