Debido a que varios de sus militantes han sido asesinados por personas que ocultaban armas debajo del atuendo, que tapa el cuerpo completo, el grupo terrorista insurgente Estado Islámico ha prohibido usar burkas cerca de los centros de seguridad en la ciudad iraquí de Mosul.
En su lugar, deberán llevar guantes y pañuelos de seda y gasa para cubrir sus ojos.
Este cambio de regla ha sorprendido al mundo, debido a que el grupo fundamentalista ha golpeado y matado a mujeres por negarse a llevar la prenda tradicional islámica. De hecho, muchas de ellas aún están encarceladas.
Sin embargo, esta regla afecta sólo a mujeres que vivan o se desplacen dentro de la zona indicada, ya que quienes vivan en el resto de Mosul y en todas las otras zonas controladas por ISIS aún deberán cumplir con el uso obligatorio del vestido.
El uso obligatorio de la prenda religiosa ha sido un símbolo de la opresión fundamentalista del grupo, conocido también como Dáesh. Tanto así, que tras la liberación de Manbij (Siria) el mes pasado, mujeres quemaron la prenda en celebración.
Al mismo tiempo, en países conservadores e incluso en Europa han optado por la prohibición de usar el burka a cualquier costo, lo que provocó las críticas de líderes musulmanes dado que se oponen a la libertad de culto y resultan finalmente islamofóbicas.
Recordemos que en la mayoría de los países musulmanes (que no están bajo el control de ISIS), el uso de la burka es una decisión personal que resulta de una expresión religiosa, y no necesariamente representará siempre una forma de opresión contra la mujer.
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