La organización animalista People for the Ethical Treatment of Animals o PETA (“personas por el tratamiento ético a los animales”) ha denunciado la extrema crueldad con que son asesinados los cocodrilos en Vietnam, para luego fabricar bolsos y carteras de lujo con su piel.
Luego de varias descargas eléctricas, los animales son víctimas de una incisión en el cuello a través de la cual se introducen varias varillas de metal, que cumplirán la función de romperles la espina dorsal.
Los cocodrilos siguen vivos durante todo este proceso, y sólo mueren luego de desangrarse (lo que tarda alrededor de una hora).
Las imágenes fueron distribuidas por la ONG esta semana y pueden herir la sensibilidad de los lectores.
Las terribles imágenes son claras: no hay posibilidad de que los animales murieran instantáneamente con sólo el corte en el cuello, y lo realizado con las varillas es indudablemente una tortura.
Luego, y mientras aún respiran, los trabajadores los llevan a otra habitación donde desollan a los cocodrilos. Incluso después del proceso, se puede ver cómo algunos animales continúan respirando.
Pero la tortura no comienza en esta mesa de trabajo: los cocodrilos son criados durante 15 antes en estrechos recintos con una longitud más pequeña que el tamaño de su cuerpo.
La granja donde fueron tomadas estas imágenes mata a 1.500 cocodrilos cada 3 meses (esto es: 6 mil al año) para poder alimentar la producción del gigante de la moda LVMH (a quien pertenecen marcas como Louis Vuitton, Loewe o Dior).
“Un bolso de piel de cocodrilo significa que un ser vivo sintiente tuvo una vida miserable y una muerte espantosa”, señala la directora ejecutiva de PETA, Ingrid Newkirk.
El único camino para evitar que estas prácticas sigan ocurriendo es no seguir comprando productos que utilicen pieles de animales.
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