Benjamin Ashton Cooper estaba ayudando a su novia a limpiar su armario cuando notó algo extraño con toda la ropa que sacaba. Se dio cuenta de que estaban etiquetadas como “extra grande”, pero a él le quedaba bien.
Cooper, que es un tipo muy delgado y de tamaño más pequeño que el promedio de los hombres, decidió acudir a Facebook para expresar su descontento.
En un comentario que acompaña la foto, escribe:
“Aquí estoy, ayudando a mi novia a limpiar su armario y me di cuenta de que mucho de lo que se estaba deshaciendo de era del tamaño XL. Eso no me parece correcto, y he aquí por qué:
Me quedan. Y no lo digo para quedar como tonto o ser irónico. Esto me enoja.
No soy un hombre grande, y, lo más importante, una mujer de mi tamaño no es una mujer extra grande. Por esta basura es que tenemos niños de 8 años de edad con trastornos de la alimentación. Por esta basura es que los hombres gritan “¡cerda gorda asquerosa!” en la calle a niñas totalmente normales. Esto es por qué estamos llenos de hombres que piensan que el sexismo es un “mito” y eso es un asco.
¡Al diablo con los discriminadores!”
Cooper atrajo a una gran cantidad de apoyo por su comentario y se ha compartido más de 250.000 veces.
Y Cooper está en lo correcto. El Washington Post descubrió recientemente que, aunque las mujeres norteamericanas están siendo cada vez más grandes, los tamaños son cada vez más pequeños:
He aquí algunas cifras que ilustran la locura de las tallas de ropa de la mujer: Un vestido de tamaño 8 en la actualidad, equivale a un vestido talla 16 en 1958. Y un vestido de tamaño 8 en de 1958 ni siquiera tiene un equivalente ahora.
Comparte este artículo con tus amigos, es una interesante reflexión sobre los exigentes estándares que impone la industria de la moda
