15 Historias Que Te Devolverán Las Esperanzas En Encontrar La Felicidad

Aunque la vida a veces parezca gris y aburrida, siempre existirá un rayito de sol que nos alegre la existencia, el problema es que nos enfocamos tanto en nuestros problemas, que pasamos por alto esta pequeña luz. Nos abruma la negatividad y nos convencemos de que no somos merecedores de la felicidad.

Sin embargo, todos podemos ser felices, solo necesitamos estar atentos y dejar pasar los malos ratos para recibir las cosas buenas, las bendiciones, como quieran llamarlo, aún cuando todo parece ir cuesta abajo. Para que vuelvas a creer en la posibilidad de ser inmensamente feliz, te contaremos 15 historias de personas que pensaron estar condenados a ser infelices pero la vida es tenía una sorpresa:

  • Siempre creí que la felicidad se puede comprar con dinero, pero hoy cambié de parecer para siempre. ¡A mi marido le dijeron que su cáncer está completamente curado! Santo cielo, lloré todo el día de felicidad…
  • Hace medio año paseaba por la ciudad de noche y, al cruzar un río por el puente, vi a una chica que se estaba preparando para saltar de allí. Me acerqué a ella lentamente, le hablé y la invité a beber un té en mi casa. En una semana nos casamos. A veces puedes encontrar tu destino donde menos lo esperas.
  • Me desperté porque alguien me estaba respirando en el oído. Abrí los ojos y vi a un cachorro de labrador súper tierno. Mis padres se acordaron del sueño que tenía desde hacía 20 años, cuando aún era niño. En aquel entonces no podían darse el lujo de tener un perro debido al espacio reducido donde vivíamos y nuestros vecinos. Ahora, cuando vivo solo en un departamento grande, decidieron hacerme este regalo.

 

  • Por la noche escuché cómo mi esposa estaba empacando un regalo. Cuidadosamente, sin ruido, para no despertarme. A la mañana siguiente encontré enfrente de mí una caja enorme, llena de calcetines y bóxers. No me decepcioné porque me durarían mucho tiempo. Pero de pronto mi esposa encendió la tele y vi… la pantalla de inicio del X-Box. Me compró la consola y FIFA-17. Ahora tengo todo lo que un hombre necesita: FIFA, calcetines y calzones.
  • Me di cuenta de que estaba embarazada, llamé a mi marido que iba en el metro. Le dije que iba a ser papá. Un segundo de silencio y escucho sus gritos “¡VOY A SER PAPÁ!” y los aplausos de los pasajeros en el metro.
  • Entra mi hermano, emocionado y entusiasmado, a mi habitación y me dice: “¿Sabes por qué esperarás con impaciencia el verano de 2017?“. Y yo: ”No tengo ni idea. ¿Tal vez porque se estrenará “La mujer maravilla“ o el nuevo ”Alien”?“. Mi hermano contesta: ”¡No! ¡Jamás lo adivinarás! ¡El verano volverán a sacar “Patoaventuras“! ¡Nuevos episodios!”. Y es verdad, ¡Disney decidió relanzar la serie! Estuvimos felices como niños. Yo, de 27 años, y mi hermano de 25.
  • Hace un mes salía con una chica. Hoy supe que estaba embarazada, pero ella no me lo había dicho. Simplemente desapareció de la noche a la mañana… Ahora que lo supe fui a su casa. Me dijo que creía que yo era demasiado joven y no quería echarme a perder la vida… ¿En qué estaba pensando? ¡Estoy más feliz que nunca!
  • Hace poco durante una clase en la uni, tuve un ataque de apendicitis y llamaron una ambulancia. Voy en la ambulancia con cólicos horribles, con un doctor y mi novia a mi lado. Aún así me di cuenta de que faltaba algo. “Disculpe, ¿no puede encender la sirena? ¡Es la primera vez que viajo en una ambulancia y siempre he soñado con eso!“. El médico me mira con sorpresa y me dice que la sirena está descompuesta. Decepcionado, volví a acostarme, y al cabo de un segundo escucho cómo el chofer, mi novia y el doctor empiezan a aullar como una sirena: ”¡Uuuiiiiiuuuuuiiii!”. Y así todo el camino hacia el hospital. Jamás me había divertido tanto.
  • Desde hace muchos años soñaba con viajar a Tokio y al fin compré el boleto. Ninguno de mis amigos me quiso acompañar porque era demasiado caro. Y ahora estoy en el centro de Tokio comiendo un auténtico ramen. No importa que esté sola, no importa que no sé hablar inglés ni japonés. Tengo una sonrisa de oreja a oreja.

 

  • Hoy en la tienda vi a una niña de unos ocho años. Estaba hablando con un perro, acariciándolo y sonriendo. A un lado estaban sus padres, tomados de la mano. Observaban a su hija con una expresión feliz. Luego descubrí que su niña era autista y fue la primera vez que escucharon que ella hablara con frases completas.
  • Cada mañana viajo en el mismo autobús. Con el mismo joven. Y cada vez me cede su asiento. Hoy decidió hablarme. Y esta noche tenemos una cita.
  • Mi esposa actual Katia destruyó mi familia anterior. Todo sucedió de una manera increíble. Hace un año me accidenté y pasé mucho tiempo en coma. Todos mis familiares: mi ex mujer, todos sus parientes e incluso mis propios padres, firmaron el permiso para desconectarme del aparato. Katia es mi amiga de la infancia. Cuando supo que me iban a desconectar, sobornó a los médicos y les pidió que me dieran un poco más de tiempo. Mientras en mi familia todos pensaban que era el fin, Katia no se apartaba de mi cama. Una semana después de su vigilia y cuidados, desperté. Sobreviví y empecé una vida nueva. Con ella. Soy feliz.

 

  • Hoy estaba esperando taxi. Llegó uno bastante raro: un auto de color negro con llamas de fuego dibujadas en las puertas. El taxista era un hombre grande y fuerte, con barba, vestido como un motociclista. Cuando se reportó por la radio que había recogido al pasajero, dijo: “La víctima está conmigo”. Durante todo el viaje escuchaba Scorpions y Slipknot. Creo que ese fue mi paraíso personal.
  • Hoy un señor, saliendo de una pastelería, me dijo: “No estés triste, todo estará bien”. Y yo sabía que todo estaría bien porque iba a comprar un pastel.
  • Mi amigo me hizo una tirada con las cartas del Tarot. Me dijo que pronto encontraría mi felicidad. Cuando salí de casa, por poco y me pega un cable de alta tensión, un Rottweiler me quería atacar y, al final, me chocó un ciclista. ¡Qué felicitad tan inmensa! Me disloqué una pierna. Fui al hospital, estaba esperando mi turno. De pronto entró una chica con un brazo vendado y se sentó a mi lado. Empezamos a charlar. Me dijo que durante todo el día la habían perseguido las desgracias, que el autobús frenó rápidamente, ella cayó y se rompió el brazo. Me encantó tanto hablar con ella que intercambiamos nuestros números de teléfono. Ahora, es la madre de mis hijos, y entiendo de qué felicidad estaba hablando mi amigo.

Como dicen.. La esperanza es lo último que se pierde….